20.11.2013

Al estilo Gangnam

La mayor parte del planeta pasó los años ochenta y principios de los noventa en un romance económico con Japón. Desde finales de la década de los noventa hasta la actualidad, es China la que ha gozado del afecto económico de Occidente. Si bien tradicionalmente China y Japón han sido los motores económicos de la región, otro país ha entrado en juego discretamente en esta competición económica a escala mundial: Corea del Sur. Apenas se le ha prestado atención en comparación con sus vecinos, de mayor tamaño y más conocidos, pero Corea del Sur forma parte del G20 y actualmente ocupa el 15.º puesto mundial por su PIB nominal, así como el 12.º lugar en paridad de poder adquisitivo. Esto se debe, en gran medida, a las excelentes estadísticas de exportación y comercio internacional. La cifra de exportaciones de 550.000 millones de dólares alcanzada por Corea del Sur se basa en el comercio con China, Japón y los Estados Unidos (que constituye más del 40 % del total).

La economía de Corea del Sur está orientada a la exportación y gira en torno a las tecnologías de la comunicación, la ingeniería de transporte y otros sectores industriales fundamentales. Entre las principales empresas exportadoras del país se incluyen líderes de mercado como Samsung, Hyundai, LG, Kia y POSCO.

Teniendo en cuenta el crecimiento económico natural y el impacto de los acuerdos de libre comercio pendientes con los Estados Unidos y la Unión Europea, se espera que la economía de Corea del Sur crezca aproximadamente un 4 % durante las dos próximas décadas. De este modo, seguramente consolidará (e incluso potenciará) su posición como principal socio comercial para muchas empresas tanto de los Estados Unidos como de Europa. El creciente número de importadores estadounidenses de productos de Corea del Sur puede esperar que se creen vínculos incluso más fuertes con las empresas líderes establecidas, así como con otras empresas emergentes. De manera similar, las empresas de los Estados Unidos que exportan a Corea del Sur pueden prever un aumento de la demanda de productos de consumo entre la creciente clase media alta surcoreana, así como un incremento de la necesidad de recursos naturales y maquinaria, esenciales para el continuo desarrollo de la próspera economía de Corea del Sur.

Para muchas empresas resulta complicado entrar en el mercado coreano con éxito debido a que el conocimiento que poseen acerca de las leyes y la dinámica específicas del país es insuficiente. Para que estas empresas puedan adaptarse y sacar el mayor partido a su inversión es vital que busquen ayuda por parte de una empresa de traducción experta y de confianza, capaz de localizar su línea de productos y adaptar sus campañas de marketing de forma eficaz.

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