28.02.2017

Antioxidante – Palabra del día

Antioxidante - Palabra del día - EVS Translations
Antioxidante – Palabra del día – EVS Translations

En términos generales, un antioxidante es algo que actúa contra la oxidación, por ejemplo, la que tiene lugar en el cuerpo como resultado de una reacción química que genera radicales libres, los cuales provocan reacciones en cadena que pueden dañar las células del cuerpo. En otras palabras, el oxígeno es esencial para nuestra existencia, sin embargo, sus moléculas altamente reactivas también tienen la capacidad de dañar nuestros órganos y sistemas.

Si bien nuestro cuerpo tiene un mecanismo natural para combatir los daños causados por la oxidación, no está de más ayudar a esos metabolitos y enzimas antioxidantes.

Existen dos tipos principales de antioxidantes: las sustancias químicas industriales y las naturales, estas últimas presentes en los alimentos.

Los antioxidantes industriales tiene varios usos, por ejemplo, como conservantes de alimentos y cosméticos, aunque algunos estudios indican que los suplementos alimenticios no contribuyen realmente a mejorar el estado de salud ni a prevenir enfermedades, y que es mejor incluir antioxidantes naturales en nuestra dieta (vitaminas A, C y E), así como enzimas que mantengan el equilibrio desde el interior.

Hablando de vitaminas, debería considerar tomar zumo de arándano y granada. Y nueces crudas. De hecho, todo debería tomarse crudo, ya que la cocción prolongada no es muy amiga de los antioxidantes. Para ser sinceros, no hay nada de malo en cocer las alcachofas, la col, las espinacas, la remolacha, las judías, etc. En cualquier caso es mejor que la pizza, pero ¿qué pasa con los antioxidantes? La buena noticia es que el café y el té también contienen antioxidantes, así como el chocolate negro y el vino tinto, a quienes recibimos con los brazos abiertos.

En cuanto a la palabra antioxidante, es obvio que el prefijo anti- designa que un antioxidante debería, por lógica, actuar contra una sustancia oxidante.

La palabra oxidant se introdujo en la lengua inglesa en torno al año 1800 en forma de préstamo del francés. Aquí cabe destacar que el oxígeno no se “descubre” hasta la década de 1770 y su denominación, acuñada en 1778 por el químico francés Antoine Laurent Lavoisier, es una combinación de dos términos griegos: oxýs «ácido» y el sufijo –gène «-geno: que genera o produce o que es producido». ¿Por qué ácido? Pues porque Lavoisier tenía la creencia errónea de que el oxígeno era un elemento necesario para producir ácidos.

La palabra antioxidant, como agente que inhibe la oxidación, apareció mucho más tarde, en la década de 1920.

La revolución industrial descubrió el papel de los antioxidantes en la estabilización de las gasolinas de fraccionamiento.

En la década de 1950 los antioxidantes pasaron a usarse como conservantes alimenticios, evitando los olores y la decoloración desagradables resultantes de la oxidación.

Si bien no existe consenso en cuanto a quién y cuándo se descubrieron los beneficios para la salud de los antioxidantes naturales, y de hecho, cada uno tiene su propia historia de descubrimiento, se coincide en que los principales beneficios conocidos del consumo de antioxidantes son la ralentización de los signos del envejecimiento, la reducción del riesgo de cáncer, la contribución depurativa, y sobre todo, el alargamiento de la vida.