28.06.2016

Árbitro

Árbitro - Palabra del día - EVS TranslationsEuropa vive una fiebre futbolera con motivo de la 15.ª edición de la Eurocopa que da comienzo mañana. Y mientras los medios de comunicación no hablan de otra cosa que no sean los equipos participantes y sus jugadores, los árbitros parecen estar en un segundo plano.

No todos los árbitros de fútbol pueden alcanzar la fama y la presencia mediática del italiano Pierluigi Collina, considerado el mejor árbitro de su generación, o del británico Graham Poll.

En esta ocasión, los 51 partidos de la UEFA EURO 2016 serán arbitrados por 112 oficiales de partido agrupados en 18 equipos de árbitros: cada equipo estará compuesto por un árbitro principal, dos árbitros asistentes adicionales, dos árbitros asistentes y un tercer árbitro asistente de reserva. Además de los equipos, habrá dos árbitros y dos árbitros asistentes que asistirán en calidad de oficiales de partido de reserva.

Dicho esto, ¿de dónde procede la palabra «árbitro»? Esto puede sorprender a algunos, pero el término «árbitro» procede del latín arbiter, que a su vez se formó a partir del prefijo ad-, que significa «hacia», y el verbo baetere, que significar «ir», pues cuando hay una disputa, uno va hacia el árbitro para que la resuelva. Esto también es aplicable al contexto de las competiciones deportivas, en que se acude al árbitro para que, en caso de conflicto, aplique el reglamento.

Por otro lado, la palabra inglesa para designar al árbitro, referee, deriva del verbo to refer (remitir), el cual es en parte un préstamo del francés y en parte un préstamo del latín. El término referee apareció por primera vez en una publicación en lengua inglesa en 1549 para designar en general a cualquier persona a cuyo juicio o dictamen se acude para la resolución de algo. Un ejemplo de ello aparece en The diary of Bulstrode Whitelocke (década de 1660): «Actuó como el árbitro de las diferencias entre el Dr. Colladon y el Dr. de Vaux, pero no logró que se pusieran de acuerdo».

La palabra se introdujo en el vocabulario jurídico a principios del siglo XVII para designar a la persona a la que dos partes acuden por mutuo acuerdo en caso de disputa: un arbitrador. Como comerciante inglés y director de la Compañía Británica de las Indias Orientales, Josiah Child, escribió en su obra A new discourse of trade: «Mientras nosotros mismos elijamos a nuestros jueces… estos no pueden ser más arbitrarios que el poder que otorguemos a los árbitros, cuando ambas partes desean poner fin a sus diferencias».

El término recibió reconocimiento legal oficial, por así decirlo, cuando entre 1873 y 1972 pasó a usarse como «título» para designar a los funcionarios judiciales de la Corte Suprema de la Judicatura británica a los que podía acudirse en caso de asuntos complejos o técnicos.

Fue a principios del siglo XVIII cuando la figura del árbitro encontró su lugar en el ámbito de los deportes, en particular en el fútbol. En los albores de este deporte, los capitanes de los equipos debían resolver entre ellos las disputas que se originasen. Más adelante, cada equipo traería a su propio árbitro (arbitrador), y con el tiempo, se añadiría un tercer oficial neutral, es decir, un árbitro al que acudir en caso de que los árbitros de los equipos no lograsen resolver sus diferencias. Sin embargo, el primer registro escrito acerca del lugar y la función de los árbitros deportivos hace referencia al boxeo y aparece en la obra de Pierce Egan Boxiana (1828), en la cual el autor escribe:Únicamente los árbitros pueden situarse cerca de las cuerdas».

En 1891, los árbitros de los equipos de fútbol pasaron a ser jueces de línea, los actuales árbitros asistentes, y el árbitro neutral recibió un papel central, convirtiéndose en la autoridad final en materia de aplicación del reglamento en el terreno de juego.