22.03.2016

Palabra del día: barista

Palabra del día - barista - EVS Translations
Palabra del día – barista – EVS Translations

En Estados Unidos, las ventas de café crecen un 20 % cada año y, en la actualidad, suponen el 8 % del mercado cafetero nacional de 18 000 millones de dólares. Puesto que la mitad de la población (150 millones de personas) toman bebidas a base de café, como expresos, lattes y capuchinos, se espera que el mercado actual de más de 24 000 cafeterías supere las 50 000 en los próximos años. Aunque estos números muestran un crecimiento masivo en el mayor mercado de consumo de café del mundo (así como en otros países), el hecho de que una cafetería específica tenga éxito o no se debe, en gran medida, a la persona que se encuentra detrás de la barra, la que elabora las bebidas: el barista.

En el año 1982, cuando Paul Hofmann mencionó este término por primera vez, afirmando en su libro Rome, The Sweet Tempestuous Life que: «un buen barista puede vigilar el café que sale de la cafetera exprés y llena varias tazas, servir vermut y cerveza, y hablar sobre lo mal que ha jugado la Lazio, todo al mismo tiempo», podemos observar que, aunque implica cierto aspecto social/divertido, el término no se aplicaba estrictamente a las cafeterías.

En esencia (y de forma algo confusa), nuestro término es una importación directa de la palabra italiana barista, que significa «camarero», derivada del término bar, que los italianos tomaron prestada del inglés en primer lugar, y el sufijo -ista, que denota la profesión de una persona.

El término barista

Aunque el término barista es genérico y puede usarse para denominar a un hombre o a una mujer, el barista italiano habitual suele ser un hombre. Pero, además, en italiano esta palabra forma plurales diferentes según el género, el plural masculino o inclusivo es baristi y el femenino es bariste, mientras que en español la forma plural es baristas.

Pero ser barista es más que servir tazas de café o hacer «lattes saborizados» de botón. Como se menciona en un artículo de 1999 del periódico neozelandés The Dominion Post, los «nuevos baristas siguen un programa de formación intensivo que aborda la filosofía, historia y ciencia del café, y la psicología de la atención al cliente».

Aunque la mayoría de baristas aprenden lo básico de su oficio con la práctica, también implica cierto conocimiento del producto: algunos asisten a una escuela de baristas para obtener conocimientos avanzados del oficio, lo que ha creado su propia cultura e incluso promueven concursos internacionales.