05.04.2016

Borsch – Palabra del día

borsch - Palabra del día - EVS Translations
borsch – Palabra del día – EVS Translations

Para ser un plato que existe desde hace varios siglos y tener una gran relación con la historia de la Unión Soviética, la mayoría de nosotros no sabemos mucho sobre el borsch. Lo poco que conocemos es que tiene raíces eslavas y que su ingrediente principal es la remolacha.

Las diferentes variantes ortográficas: borsch, borscht, borsht y bortsch, hacen referencia a distintas variantes de la receta. Es más, no hay una receta clásica o única del borsch.

Un buen borsch lleva remolacha, repollo, patata, cebolla, zanahoria, tomate, ajo y, además de verduras, también puede llevar diferentes tipos de carne y caldo.

Probablemente se habrá dado cuenta de que no nos hemos referido al borsch como una sopa, como suelen hacer los occidentales, y es por un motivo: para la mayoría de rusos y ucranianos el borsch es un plato emocional con categoría propia.

La historia del borsch es mucho más difícil de rastrear que el origen de su nombre. Aunque la mayoría de los historiadores gastronómicos sostienen que el origen de esta sopa data del siglo XIV en Ucrania.

Una leyenda popular afirma que, en 1637, durante un asedio de dos meses por parte de los turcos en la fortaleza de Azov, al sur de Rusia, los cosacos prepararon un plato para la armada con todos los productos comestibles que encontraron y llamaron a esta mezcla nutritiva de verduras y carne «borsch», supuestamente haciendo un anagrama de una sopa de pescado popular denominada «shcherba».

Dejando a un lado los mitos y las leyendas, la posible etimología puede ser del nombre protoeslavo bŭrščǐ, chirivía, que era el ingrediente principal del plato durante sus primeros siglos de existencia. Finalmente, la remolacha cultivada sustituyó a la chirivía salvaje debido a su sabor y el color pasó de marrón verdoso a un rojizo más atractivo, pero el nombre siguió siendo el mismo.

Este término se introdujo en inglés, y el plato en la cocina inglesa, no a través de los eslavos, sino gracias a las comunidades judías. Los judíos askenazíes de Europa Central y del Este que hablaban yidis llevaron el plato a Europa Occidental y, más tarde, a América del Norte. El nombre yidis pronunciado como borsht, proviene del eslavo oriental борщ (borshch).

No obstante, la primera vez que el término se mencionó en inglés fue en referencia a sus raíces rusas, en la obra Memorias y cartas de Sir James Paget, 1884: «Una verdadera cena rusa: de primero había algo extraño llamado borsch».

Ocho años más tarde, el autor británico de origen judío Israel Zangwill, cuya familia emigró del imperio ruso, en su libro Los hijos del gueto, que ofrece una visión desde el interior de la comunidad inmigrante judía en el Londres del siglo XIX, destacaba el papel del borsch como comida favorita de los miembros pobres de la comunidad:La sopa favorita era el borsch, hecha de remolacha, donde la grasa sustituía a la crema más de moda».

La estrecha relación entre la comunidad judía y el borsch dio como resultado el término popular: cinturón borscht, el apodo coloquial de las casas de veraneo en las montañas de Catskill, al norte de Nueva York, un lugar de ocio popular de los judíos de Europa del Este.
Este eufemismo apareció por primera vez por escrito en 1937, en el número de junio de Vanity: «La inyección de clase en el ocio del cinturón borsch».

La historia del borsch es tan variada como sus ingredientes. Un consejo para nuestros lectores que, animados por nuestra palabra del día, quieran cocinar su propia variante: cuanto más espeso mejor y el sabor mejora con el paso de los días.