06.09.2017

Cadena de bloques

Cadena de bloques - EVS Translations
Cadena de bloques – EVS Translations

Bitcoin lleva en el mercado aproximadamente 8 años, hay 100 000 comercios que la aceptan y cuenta con al menos 3 millones de usuarios. Casi todo el mundo ha oído hablar de esta criptomoneda o ha visto su logotipo mientras compraba en Internet y sabe que la bitcoin no es una moneda tradicional y no está vinculada con ningún gobierno, pero lo que hace que sea especial es uno de sus componentes clave menos conocidos: la cadena de bloques.

Los fans de la bitcoin pueden contarle más de la mención de este componente en el libro blanco de 2008 publicado bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto, pero el propio concepto es mucho más antiguo. Originalmente denominado «blockchain» por Stuart Haber y W. Scott Stornetta en la revista Journal of Cryptology, se considera una forma de recopilar y mover varias series de datos de forma eficiente.

Básicamente una cadena de bloques es un libro de contabilidad que crece constantemente y registra entradas/transacciones a medida que pasa el tiempo, también se parece al popular juego para móviles de la serpiente, solo que con una cantidad de datos en crecimiento.

Aunque suene simple, esta tecnología tiene el potencial de transformar la forma en que hacemos negocios, tanto dentro como fuera del ámbito de la criptomoneda.

Reducción del fraude: en los negocios en línea, las transacciones solo suelen requerir la validación del punto de venta (alguien introduce un número de crédito/débito y la empresa procesa la transacción) lo que, sin la capacidad de identificar exactamente quién está haciendo la compra, hace que las compras fraudulentas sean más sencillas. Mediante un sistema de cadena de bloques, lo que requiere una comunicación y validación de todo el sistema, se confirman las identidades y las compras, lo que elimina el anonimato y dificulta el fraude.

Aumento de la disponibilidad y la estabilidad: independientemente de lo bien que esté diseñado un sitio web, a veces los servidores se caen o un pequeño fallo no deja finalizar las ventas. Esto no solo resulta frustrante, sino que puede conllevar la pérdida de las ventas. Aunque la cadena de bloques no puede evitar estas incidencias, puede funcionar alrededor de estas áreas problemáticas hasta que se restauren y, a continuación, actualizarse para procesar las transacciones que se han llevado a cabo durante ese tiempo, lo que otorga a cualquier empresa el santo grial de la conectividad: un 100 % de disponibilidad.

Integridad de datos: ya sean intencionados o no, a la hora de manipular, procesar o introducir datos, se producen fallos, y los fallos pueden resultar muy caros. La cadena de bloques no solo conserva la información de los datos introducidos (quién, dónde, cuándo y por qué), si no que para procesarlos, los datos deben ser aprobados por la mayoría de las partes. Además, una vez aprobados, estos pasan a formar parte de la cadena, es imposible eliminarlos o alterarlos.

Seguridad de datos: cuanta más información se almacene en línea, mayor es la amenaza de que se produzca un fallo de seguridad. Actualmente, la protección de la seguridad de datos supone un gran desembolso por parte de las empresas en la seguridad de las pasarelas de pago y el consumidor debe comprobar periódicamente sus informes de crédito y cambiar las contraseñas, aunque los fallos pueden suceder igualmente. La cadena de bloques, en cambio, puede ofrecer un cifrado de extremo a extremo así como claves públicas y privadas, lo que ofrece una protección mayor de extremo a extremo y, aunque no se eliminen todos los fallos, limita el fallo a la clave que ha sido vulnerada.

La cadena de bloques puede representar un gran paso hacia delante en términos de evolución tecnológica en la forma en que hacemos negocios y en el funcionamiento de las instituciones financieras y los bancos. Se calcula que esta tecnología puede reducir el coste del comercio de valores, los pagos transfronterizos y el cumplimiento normativo entre 15 000 y 20 000 millones de dólares al año a partir de 2022.

La cadena de bloques tiene el potencial de optimizar los modelos de negocio, reducir los efectos dañinos de la crisis financiera y las fricciones en el comercio global, aunque para explorarlo y utilizarlo completamente las instituciones financieras y normativas deben colaborar y redactar las regulaciones y los estándares industriales adecuados. En los próximos dos años se iniciará el debate de la regulación de la cadena de bloques y los retos jurisdiccionales que supone el cambio hacia un sistema económico global descentralizado basado en una cadena de bloques.

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