02.06.2016

Calamar

Calamar - Palabra del día - EVS Translations
Calamar – Palabra del día – EVS Translations

Solo hace falta entrar en internet para encontrar multitud de historias sobre cómo la comida une a la gente y cómo el gusto por un plato determinado elimina la distancia entre las personas. Desgraciadamente, es probable que ese plato no sea de calamares. También denominados chipirones, los calamares son un plato que la gente odia o adora: parece que no hay un término medio y eso sin hablar de los tentáculos. Aunque no prometemos que le vayan a gustar los calamares tras leer la palabra del día de hoy, al menos tendrá más conocimientos sobre la propia palabra.

En primer lugar, vamos a abordar una de las preguntas obvias: si el chipirón y el calamar son lo mismo, ¿por qué tienen nombres diferentes? En pocas palabras: nadie lo sabe. Chipirón es la forma diminutiva del latín «sepĭa» que quiere decir «jibia». Por otro lado, el caso de «calamar» es bastante más lógico: proviene directamente del italiano calamaro, que deriva del latín calamarius, que significa «relativo a una pluma». Esta referencia a una «pluma» se debe al hecho de que la estructura interna no comestible tiene forma de instrumento de escritura y, puesto que el animal produce «tinta», ya tenemos la referencia completa.

Los humanos, los tiburones y los cachalotes (entre otros) hemos disfrutado durante mucho tiempo de este alimento. Aunque no hay datos de la cantidad de calamares que consumen los tiburones (son muy reservados), los humanos consumimos aproximadamente 3 millones de toneladas al año.

Aparte de estar considerado como un alimento que se obtiene fácilmente en las zonas costeras y un plato esencial en las marisquerías, el consumo de calamares ofrece grandes valores nutricionales. Los calamares tienen una gran cantidad de sodio y colesterol, y se pueden comparar con la carne de vacuno y de cerdo en lo relativo a las proteínas, además tienen vitamina b, oligoelementos esenciales y ácidos grasos omega.

Aunque se remonta a la década de 1560, resulta sorprendente que el primer uso conocido del término en inglés se produjera en 1826, en la obra Reminiscences del cantante y compositor irlandés Michael Kelly, donde, probablemente hablando del tiempo que pasó en Nápoles, dice: «Ternera guisada, calamares fritos y pollo asado». Como muestra de su amplio atractivo, las obras como French Country Cooking de Elizabeth David (1951) e Immanuel’s Land de Maurice Duggan (1956) siguieron con la introducción de los calamares en mundo angloparlante, por no mencionar la exposición con fuentes orientales y del Pacífico.

Desde entonces, hemos descubierto mucho más sobre los diferentes sabores, gustos y texturas utilizadas en el mundo para disfrutar de los calamares, por lo que, si todavía no le gustan, siempre queda la esperanza de encontrar un buen plato de calamares.