Al pensar en la palabra de hoy, a mucha gente le vendrán imágenes de aplicaciones informáticas, como la realidad virtual o los juegos online multijugador. Desde consultar Facebook, ver vídeos en Youtube o Netflix, o incluso hablar con alguien por Skype; las aplicaciones multimedia forman parte de nuestra vida diaria. Debido a la exposición actual a todo tipo de aparatos multimedia, creemos que es un concepto totalmente moderno, pero en realidad no es así. Antes de meternos en materia, puede que sea mejor analizar primero la propia palabra.
El término multimedia es un término latino compuesto por el prefijo multi (muchos) y la forma plural de medium (medio), que significa «un medio por el que se expresa algo», como la música, los textos, la imágenes, etc. Básicamente, el término indica simplemente los diferentes medios utilizados con un único propósito.
Aparte de lo que significa el término, su comprensión ha variado con los años. Por ejemplo, el primer uso conocido de la palabra aparece en un anunció del 14 de mayo de 1950 en el New York Times, donde se indica que: «La prioridad será la planificación y ejecución de la publicidad multimedia y la promoción de las ventas en los mercados de Latinoamérica», en este caso multimedia puede significar lo que consideramos una campaña de «publicidad global»: anuncios/propaganda mediante la palabra escrita (es decir, publicaciones, carteles, panfletos), la radio, los cines, etc. usados a la vez para lograr un objetivo.
Multimedia – término
Para ver el primer uso de este término como lo entendemos hoy en día (la fusión de varios medios para lograr un objetivo) tenemos que saltar hasta el número de enero de 1971 de la revista Black Scholar, en la que se afirma que: «Como creador de la práctica de la lectura de poesía hasta el jazz, no solo moldeó su linaje y su lenguaje, sino que provocó un nuevo impulso en el concepto ahora obscenamente exagerado de lo multimedia».
Dejando a un lado el propio término y su aplicación moderna en todos los ámbitos, desde el arte hasta la educación y los negocios, la combinación de medios expresivos no es ninguna novedad. Directamente relacionado con la aparición de la ópera italiana en el siglo XVII, las obras de moralidad medievales e incluso el teatro griego clásico, el deseo por unir música con la actuación o la palabra hablada es tan antiguo como la propia música.
Teniendo en cuenta que este término puede describir obras artísticas de la antigüedad así como los juegos modernos de ordenador sobre las civilizaciones antiguas, parece que hemos vuelto al punto de partida.
