10.09.2015

Nostalgia- Palabra del día

La palabra nostalgia se deriva del griego antiguo nostos, que significaba “la vuelta al hogar”. Su forma en plural, nostoi, fue el título de un poema que forma parte de unos poemas de la antigua Grecia denominados El ciclo épico, en los que se describía la guerra de Troya. Nostoi o Los regresos de los griegos se relatan en la Odisea de Homero, donde se cuenta la historia de Ulises y el viaje de vuelta a su hogar que duró 10 años. Nostalgia se empleaba en el latín postclásico y apareció por primera vez en inglés escrito a mediados del siglo XVIII.

Y hablando de nostalgia, hay algo extrañamente reconfortante y profundamente fascinante cuando se escuchan las historias nostálgicas de nuestros mayores. Describen un mundo que apenas podemos imaginar y han vivido experiencias que, por fortuna, nuestra ignorancia nos impide comprender. “Yo trabajaba en una fábrica”, , cuenta un anciano, “¡Utilizábamos ropa interior de mujer para fabricar paracaídas para los chicos!”  La semana que viene cuando vas de visita, te sientas y le coges la mano suavemente; él tiene la mirada perdida en la distancia y comenta con un profundo sentimiento de nostalgia, “Yo trabajaba en una fábrica. ¡Utilizábamos ropa interior de mujer para fabricar paracaídas para los chicos!”

Algunas de las historias son tan románticas: amantes separados por la guerra, sin atreverse nunca a imaginar la idea de un futuro juntos. Él era un oficial extremadamente encantador y guapo y Penélope, la que más tarde sería su esposa, era la viva imagen de la belleza. Esto es lo que te cuenta y se puede ver en las fotos en blanco y negro que cuelgan de la pared. Sin embargo, a menudo los protagonistas de estas historias hace tiempo que nos dejaron. El anciano babea sobre su comida mientras te cuenta su vida en la guerra, pero sus ojos aún tienen ese brillo de nostalgia de un tiempo en el que era un héroe y amaba profundamente. Añora un mundo que ha evolucionado y que ahora no le tiene en cuenta.

Prometes que volverás la próxima semana porque sabes que no hay nadie más para hacer esa promesa. El hombre pasa sus días arrastrando los pies alrededor de una vieja casa, viendo concursos de televisión. A su madre se le rompería el corazón si viera a su hijo en este estado en su sillón, puede que te haga reflexionar.

Su vida pasará y ya no volverás a escuchar sus historias épicas sobre las cosas asombrosas y aterradoras que vivió. La nostalgia está en la paz. Tuvo una larga vida y al menos fue uno de los afortunados que volvió a casa donde su esposa Penélope siempre le estuvo esperando.