Atrás quedó la época en la que comprábamos un producto considerando únicamente el precio y el valor. Hoy en día, las acciones que lleva a cabo una determinada empresa son, en muchos aspectos, un factor igual de importante que el precio y el rendimiento del producto en sí.
Gracias a la explosión de información disponible en Internet y a la conciencia social del consumidor, la mayoría de empresas está dando prioridad a los temas de responsabilidad social corporativa. Además de iniciativas como la aplicación de principios de buena gobernanza y el trabajo con los grupos de interés de las comunidades locales, uno de los aspectos cada vez más importantes a nivel macroeconómico son las iniciativas medioambientales o ecológicas y la sostenibilidad.
En buen cristiano, los consumidores están exigiendo que los productos se fabriquen de la manera más ecológica y sostenible posible. En un estudio de Cone Communications sobre responsabilidad social corporativa (RSC) llevado a cabo en 2015, que analizó las opiniones de 10 000 personas en los nueve países económicamente más poderosos del mundo, un abrumador 90 % declaró que cambiaría sus compras a marcas relacionadas con causas responsables, un 84 %, mencionó que compra responsablemente cuando puede y un 71 %, declaró que está dispuesto a pagar más por productos éticos. Además de la compra inmediata, la encuesta también muestra que el 80 % de consumidores comentará sobre los esfuerzos de la empresa con otras personas y más del 70 % donaría tiempo o dinero a una causa que apoye una empresa en la que confían, y al crear una marca es justamente la confianza la que le da el derecho de existir en el mercado.
Ahora más que nunca, los consumidores tienen más expectativas sobre las empresas y estas están respondiendo adecuadamente. Tomando como referencia el índice S&P 500 (compuesto por las empresas más grandes de EE. UU., con más de 7.8 $ billones en capitalización), en 2011 solo el 20 % de las empresas que cotizan en bolsa publicaron un informe de sostenibilidad, mientras que en 2015, dicha cifra ascendió al 81 %.
Además, las empresas ya no están considerando los temas de responsabilidad social y sostenibilidad como algo ajeno a los negocios, sino que más bien los están tratando como temas centrales de sus respectivos negocios. La mayoría de estos informes se hace para el mero beneficio de los consumidores y no para cumplir con los requisitos legales de las autoridades gubernamentales, ya que generalmente, la RSC es una iniciativa voluntaria. Solo ciertas empresas orientadas a los mercados de capitales tienen la obligación legal de elaborar informes sobre responsabilidad social corporativa.
Además de ayudar a los consumidores a hacer una elección fundada, en términos de principios empresariales, las iniciativas de responsabilidad social corporativa, especialmente las relacionadas con la sostenibilidad, también pueden usarse como herramientas poderosas para impulsar la competitividad de las empresas y maximizar la efectividad de sus recursos y acciones de mercado.
Si transmite el mensaje de las acciones de responsabilidad corporativa de su empresa en un solo idioma corre el riesgo de no llegar a un determinado segmento potencial del mercado que podría comunicarse en otro idioma o podría bloquear potencialmente su ingreso a nuevos mercados o llegar a grupos de interés internacionales. Por tanto, le recomendaríamos que incluya su informe de RSC en su memoria anual y le confíe la traducción a un proveedor de servicios lingüísticos profesionales con el fin de que ahorre en costos de traducción e impresión y reduzca los daños medioambientales.
EVS Translations es una empresa de traducción internacional que respalda todas las actividades y empresas socialmente responsables, y que cuenta con amplia experiencia para la traducción responsable de su informe de sostenibilidad corporativa.
¿Tiene alguna duda concreta en relación a la traducción de su informe de RSC?
Estamos a su disposición. Llámenos… o póngase en contacto con nosotros…
