07.05.2015

Títere (gobierno) – Palabra del día

Al pensar en títeres, normalmente nos vienen a la cabeza imágenes de marionetas como Pinocho. No obstante, en el mundo de la política existe por desgracia una definición más oscura y siniestra para esta palabra. Ya se trate de un gobierno local en pequeña escala con vínculos y bajo la voluntad de una importante empresa local o, en el otro extremo, de un gobierno nacional que de algún modo (directo o indirecto) esté controlado por un gobierno extranjero, los gobiernos títeres representen una interesante anomalía política.

Como ocurre con muchos otros términos, el concepto que se esconde detrás es más antiguo que la palabra en sí. Si bien el término equivalente en inglés para títere (puppet) entró por primera vez en este idioma sobre el año 1530 para referirse a los muñecos tradicionales que se mueven por medio de hilos, su primer uso metafórico para designar un régimen tuvo lugar a principios de la década de 1600. La metáfora implica que, al igual que un titiritero entre bastidores mueve los hilos de la marioneta en un teatro, una entidad extranjera es la que maneja al títere político. Sin embargo, en realidad los gobiernos títere ya existían en el mundo antiguo y la Edad Media, aunque a menudo se denominan reinos satélites o estados vasallos.

Títere (gobierno) – historia

A través de la historia, ha habido numerosos ejemplos de países que han mostrado múltiples características de los gobiernos títeres. En teoría, en su definición más amplia de simplemente tener una enorme influencia extranjera, es posible que el mejor ejemplo moderno sea la Guerra Fría y el Telón de Acero, cuando la ONU y la Unión Soviética rivalizaban por ganar influencia y tomar ventaja en diversas regiones del mundo. Según una definición más refinada, muchos de los ejemplos de gobiernos títere proceden de periodos de guerra, tales como los creados por las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial para aplicar su voluntad a escala nacional en los territorios recién conquistados o aquellos creados por la Francia napoleónica para actuar a modo de barrera protectora contra los enemigos.

La primera referencia que encontramos por escrito en sentido político procede de la obra de John Speed Historie of Great Britaine (Historia de Gran Bretaña) en 1611, donde con cinismo habla de un saludo: “Para saludar a este rey títere y dar la bienvenida a estos representantes papales”. En Poetical Works (Obras poéticas), escrita en 1774, Robert Lloyd pondera con toda la razón si uno puede o no “inclinarse con un gesto reverente ante este rey títere de paja”. Por último, en una declaración sobre la implicación británica en Europa del Este, así como una declaración sobre el estado de Escocia, Lord Macaulay escribió en 1855 en su The History of England (La historia de Inglaterra) que “Escocia habría sido una Polonia más pequeña, con un soberano títere, una dieta turbulenta y un pueblo esclavizado”.

 

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