Si bien muchas marcas famosas se han popularizado tras una aparición estelar en una película, Beretta logró prosperar a pesar de un cruel repudio. Y es que en la primera película de James Bond Agente 007 contra el Dr. No, nuestro héroe recibe la orden de dejar de usar una pistola Beretta porque su lugar adecuado era “el bolso de una mujer”. Esto no le habría gustado a Bartolomeo Beretta, el fabricante de armas de Lombardía que fundó la empresa en 1526. Tras casi cinco siglos, Beretta sigue en manos de la familia. Quince generaciones de especialistas se han dedicado a diseñar armas de combate, de caza y deportivas. Actualmente fabrican a escala mundial, ya que cuentan con instalaciones en once países. Hoy en día, aquella arma que no era lo suficientemente buena para James Bond es considerada indispensable por las fuerzas armadas y la policía de Italia, España, Francia, Turquía, Canadá y los Estados Unidos.
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