El talón de Aquiles, el punto débil de toda persona por lo demás invulnerable, hace referencia al personaje de la mitología griega Aquiles. Según cuenta la leyenda, su madre, Tetis, quería hacerle inmune, así que decidió sumergirlo en el río Estigia, del cual se creía que otorgaba el poder de la invulnerabilidad.
Al hacerlo le sujetó por el talón, que fue la única parte de su cuerpo que no tocó el río. Años más tarde moría asesinado por una flecha envenenada dirigida justamente a este talón. Pero no fue hasta mediados del siglo XIX cuando empezó a utilizarse esta palabra. La palabra se utilizó por primera vez en inglés cuando en 1810 Coleridge comentó que Irlanda era el talón vulnerable del Aquiles británico.
