19.11.2015

Candela – Palabra del día

La palabra candela, así como su equivalente en inglés candle, derivan del término latino candēla y del verbo candēre, que significa «brillar». Fueron los comerciantes y soldados romanos que habitaron Britania del 43 a. C. al 450 d. C. los que nos trajeron este término latino del ámbito eclesiástico, puesto que las candelas se empleaban habitualmente en entornos religiosos.

Sin embargo, la palabra inglesa candle no siempre se ha empleado para describir una columna cilíndrica de cera con un pabilo en su eje que se utiliza para alumbrar. En los siglos XVII y XVIII, los médicos tomaron prestado este término para describir un instrumento quirúrgico elaborado a partir de una tela de lino encerada y enrollada que se utilizaba para su inserción en el cuerpo. A esta sonda se le conoce en francés como bougie, que es el término en esta lengua para «vela de cera». Procede de la ciudad argelina de Bougie (o Bijiyah en árabe), donde se comerciaba con cera. El término bougie apareció por primera vez en la obra de William Smellie A treatise on the theory and practice of midwifery (Tratado sobre teoría y práctica de la obstetricia, 1754–64), donde describió un procedimiento quirúrgico: «He introduced a large bougie which went up a great way» (introdujo una gran sonda que recorrió una larga trayectoria). No obstante, es un pasaje de Surgical observations (Observaciones quirúrgicas, 1804) de John Abernethy el que ofrece una perspectiva más detallada del uso de este instrumento: «I introduced a small hollow bougie […] into the œsophagus, and injected half a pint of milk and water» (introduje una pequeña sonda hueca […] en el esófago e inyecté media pinta de leche y agua).

Volviendo al mundo de las candelas, las velas, los cirios, etc. tal y como lo entendemos hoy en día, podemos concluir que su función principal es iluminar espacios. Estos objetos se forman a partir de una gran variedad de materiales, entre los que se incluyen la grasa producida por los cachalotes, aceite de colza (como alternativa más económica), grasa de huesos y grasas industriales. Pero las diversas formas de producir velas a menor precio, junto con la invención de la bombilla incandescente, pusieron fin a la demanda y hoy en día se emplean casi exclusivamente como elemento de decoración o como parte de la aromaterapia. Del mismo modo, las expresiones que incluyen el término candela son más bien escasas, aunque aún se conservan algunas como: «acabarse la candela», que indica que alguien está próximo a morir, «dar/arrear candela», que significa dar de palos o la expresión típica de Cuba y Venezuela «ser candela», que puede señalar que una persona es ingeniosa y astuta, o bien fuerte y agresiva.