25.11.2014

Elefante – Palabra del día

Hoy en día todo el mundo sabe qué aspecto tiene un elefante. Pero antes de que hubiese zoológicos, eso no era así. En Europa, la mayoría de gente nunca había oído hablar de los elefantes, y mucho menos había visto uno.

La primera historia de un elefante en la Gran Bretaña es relativamente breve. El fanfarrón emperador Claudio decidió poner a los ingleses en su lugar, y en una marcha triunfal a través de Colchester, que en aquel entonces era la capital (con sus propios anfiteatros e incluso un circo para carreras de carros), mostró a los ingleses el primer y último elefante que verían en miles de años.

La primera vez que un elefante vivió en Inglaterra de forma permanente fue en 1255 cuando el rey francés Luis IX obsequió al, por aquel entonces, rey inglés Enrique III con un ejemplar como regalo real para su zoológico en la Torre de Londres. El animal tuvo una buena vida, alimentándose a base de ternera, pero, desgraciadamente, finalmente murió sólo dos años después. Lo más probable es que fuese por beber demasiado vino tinto.

A partir de aquel momento, sólo se dibujaron o se escribió sobre los elefantes. Los comentarios en inglés sobre los elefantes eran frecuentes. Cerca de 100 años después había en este idioma muchas formas diferentes de escritura (ollgaunce, elifans, olyfaunt, elephant, elephante, olyfaunz, eleuant) hasta que el término elephant se convirtió alrededor de 1750 en la ortografía estándar. De hecho, el término oliphaunt, en español olifante (ese animal grande parecido al elefante que aparece en el Señor de los Anillos de Tolkien), era en realidad una palabra empleada en el inglés medieval, algo que Tolkien sabía muy bien, ya que era especialista en este tema.

Se destacaban las características de los elefantes, aunque lo más llamativo era siempre su tamaño. John Trevisa menciona la bestia en numerosas ocasiones en su libro de 1398: nariz como una trompeta, cuerpo gigantesco, le asustan los ratones, sigue las estrellas y tiene una nariz fuerte.

El elefante fue un animal real mucho antes de que muchos ingleses hubieran visto uno. El elefante más famoso de Inglaterra fue Jumbo, el elefante de un circo que fue trasladado de París a los Estados Unidos. Pero eso fue 700 años después.