13.05.2014

Palabra del día: Jeroglíficos

A finales de la década de 1500 muchas fuentes inglesas utilizaron esta palabra, todas ellas haciendo referencia a las extrañas y desconocidas letras egipcias. Algunos ejemplos de uso de esta palabra son un libro sobre heráldica de John Fern publicado en 1585 y la traducción al inglés de la obra de Nicolay Navigations Turkey. En sus viajes este francés vio los jeroglíficos sobre un enorme obelisco. El diccionario de italiano de John Florio también define una palabra italiana como “jeroglífico, letras o cifras místicas o enigmáticas utilizadas por los egipcios”.

Durante mucho tiempo la lengua escrita empleada por los egipcios fue algo desconocido, un lenguaje codificado que nadie sabía cómo descifrar. No sería hasta 1799 cuando se descubriría la clave para descifrarlo: la piedra Rosetta. Ésta hizo posible lo que probablemente sería la traducción más importante de la historia. La piedra presentaba inscripciones en tres lenguas: jeroglífica, demótica y griega. Con mucho trabajo, esta piedra sirvió como clave para dar a conocer al mundo la lengua de los egipcios. Originalmente se encontraba en un tempo, pero, cuando éste dejó de utilizarse, se dio otro uso a las piedras como material de construcción para levantar un fuerte. El azar quiso que un soldado del ejército francés la encontrara. Entonces el ejército francés fue derrotado por el británico, por lo que la piedra Rosetta acabó en el Museo Británico, donde se encuentra actualmente.

Pero la combinación francés-inglés no acabó aquí. El inglés Thomas Young desempeñó un papel crucial al realizar los primeros hallazgos, una tarea con la que prosiguió el francés Jean-Francois Champollion. Gracias a este descubrimiento fue posible iniciar estudios científicos modernos serios sobre Egipto.

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