21.01.2014

Palabra del día: Paraguas

La palabra inglesa umbrella (sombrilla o paraguas) deriva del latín umbra, que significa “sombra”, y durante siglos se ha utilizado principalmente para protegerse del sol más que de la lluvia. Las sombrillas se utilizaban ya en el antiguo Egipto, Asiria, Persia, China, la India, Grecia y Roma. Eran consideradas un símbolo de estatus y, al igual que los ciudadanos más sofisticados aliviaban el calor con sus abanicos de plumas de pavo real, las personas de cierta posición social se protegían de las quemaduras solares con sus elegantes sombrillas.

Es por ello que prácticamente todas las primeras referencias que se tienen en lengua inglesa hablan del uso de las sombrillas en lugares exóticos. La primera de ellas data de 1611 y es cortesía de Thomas Coryat, quien escribía sobre viajes y la mencionó en Crudities: Hastily gobbled up in five months, una obra de divertido título en la que describe los viajes por Italia, Francia y Alemania. Irónicamente 1611 fue uno de los años más lluviosos del que se tiene noticia en Inglaterra, marcado por las incesantes lluvias y las inundaciones, que arrastraron cultivos y viviendas a su paso. Los lectores ingleses seguramente no hubiesen sabido entender las referencias de Coryat a tierras más soleadas.

Al parecer Thomas Herbert fue la primera persona de habla inglesa que vio utilizar una sombrilla ya como paraguas para protegerse de la lluvia, hecho que documentó en su obra Travels in Persia. Ahora bien, la idea no tuvo demasiada aceptación entre los puritanos ingleses, que creían que la lluvia era un regalo caído del cielo y consideraban el paraguas un objeto frívolo. No sería hasta finales de la era victoriana cuando se extendiera el uso del paraguas en Inglaterra y tardaría aún más en convertirse en un producto de consumo comercializado a nivel internacional. China, uno de los primeros lugares en los que los nativos ingleses vieron utilizar el paraguas, es hoy en día el principal productor mundial. No en vano, sólo la ciudad de Shangyu cuenta con más de 1.000 fábricas. Por su parte, en Estados Unidos se venden al año unos 33 millones de paraguas.

El paraguas es también parte fundamental de una de las escenas más conocidas y memorables del cine de todos los tiempos. En 1952 Gene Kelly creó una coreografía emblemática para el tema “Cantando bajo la lluvia”. La escena muestra el paraguas como un elegante elemento de apoyo, pero no como un método eficaz para protegerse de la lluvia. Kelly se empapó hasta los huesos y, tras el rodaje, sus casi 39,5 ºC de fiebre le obligaron a estar en cama.

Si le ha gustado la entrada, haga clic sobre “Me gusta” o “Compartir” en Facebook o en cualquiera de nuestras redes sociales.