31.03.2016

Pipeta – Palabra del día

Pipeta – Palabra del día - EVS Translations
Pipeta – Palabra del día – EVS Translations

Aunque la mayoría de nosotros considera a Louis Pasteur el inventor de la pipeta, lo cierto es que los primeros ejemplos de uso son anteriores, remontándose a finales del siglo XVIII, cuando el químico, farmacéutico e inventor de origen francés Francois Descroizilles desarrolló el alcalímetro, el precursor inicial de la pipeta.

Por otra parte, la palabra pipette entró a formar parte de la lengua inglesa en 1818, antes incluso del nacimiento de Pasteur, a modo de préstamo directo del francés, idioma en el que pipette no era sino un diminutivo de pipe, procedente del término en latín vulgar pipa. Evidentemente, esta palabra se adoptó en lengua inglesa con el significado de “tubo pequeño”, con la única excepción de un ejemplo de uso aislado de la palabra en el siglo XV para referirse a un pequeño instrumento musical de viento.

En 1824, Joseph Louis Gay-Lussac acuñó el término para referirse a un equipo médico de laboratorio. Realizó ligeros cambios en la obra de Descroizilles y empleó el término pipeta en un artículo sobre las soluciones de índigo.

No sería hasta 15 años más tarde que se tendría constancia por primera vez por escrito de la palabra, en la obra de Andrew Ure A dictionary of arts, manufactures, and mines, donde podía leerse: “Obtuvimos fácilmente un volumen de 100 cm3 con ayuda de una pipeta”.

En cuanto a Pasteur, su pipeta consistía en un simple tubo de cristal con un apósito de algodón en un extremo que permitía el paso del aire, pero filtraba los microbios. Hoy en día los goteros oculares o pipetas cuentagotas se conocen con el nombre de pipeta Pasteur, si bien este término ya se acuñó allá por finales del siglo XIX. Los primeros registros escritos que se tienen datan de 1899, cuando en la obra Proceedings of the Royal Society of London se puntualizó: “Si se quiere mantener la sangre para realizar un análisis continuo de la misma, debe introducirse en una pipeta Pasteur graduada”.

Por aquel entonces los científicos habían comenzado a utilizar la boca para crear el vacío necesario para el correcto funcionamiento de la pipeta, pero este método de pipeteo bucal provocó numerosas infecciones, la primera de las cuales tuvo lugar en un laboratorio en 1839, cuando un médico succionó un cultivo de bacilos tifoideos de manera accidental.

La primera patente completa que se ha podido encontrar se presentó en 1924 y empleaba la pipeta para diluir sangre y así poder analizar los niveles de azúcar. Consistía básicamente en un tubo para medir la cantidad de sangre extraída por succión tras introducir su extremo puntiagudo en el paciente.

En la década de 1940, poco después de la invención del plástico, la pipeta de este material se hizo con el control del sector gracias a su rápida producción y a su bajo coste de fabricación.

El alemán Dr. Heinrich Schnitger patentó la primera micropipeta en 1957, si bien habría que esperar hasta 1961 para su producción a escala comercial. El 1972 se inventaron las prácticas pipetas con émbolo por desplazamiento de aire, hoy en día conocidas coloquialmente como Gilson en honor a uno de sus descubridores.

El auge tecnológico vivido recientemente ha llevado al desarrollo de pipetas microfluídicas y a la automatización de la calibración de pipetas, ahora bien, el instrumento básico para transportar un volumen de líquido determinado sigue siendo el mismo: nuestra vieja y querida pipet