04.02.2016

Pomelo / Shaddock – Palabra del día

¿Es simplemente una toronja gigante o una fruta por méritos propios? El cítrico pomelo hoy en día se puede encontrar en cualquier parte, pero rara vez lo compramos debido a su tamaño “poco práctico”: demasiado grande para comerlo de una sola vez y por ello suele acabar en el cubo de la basura.

Aunque el sabor del pomelo es considerado por muchos como bastante similar al de la toronja, normalmente es muy poco amargo y el sabor se parece más a una mezcla de toronja y naranja. En contra de la creencia generalizada de que el pomelo es un cítrico híbrido, es ciertamente una de las cuatro especies originales de cítricos (las otras tres son cidra, mandarina y papeda), a partir de las que se han cultivado el resto, así que para abreviar: se supone que la naranja y la toronja son híbridos del pomelo, pero no a la inversa.

El pomelo o Citrus maxima (Citrus grandis) es una especie nativa del Sudeste Asiático, donde se le conoce por multitud de nombres.

En inglés, originalmente la fruta se denominaba “shaddock”, por el naturalista británico Sir Hans Sloane, que durante su misión como médico en Jamaica registró alrededor de 800 nuevas especies de plantas. En 1696 su catálogo de plantas fue publicado en latín y ahí contribuyó a darle a la fruta el nombre del Capitán Shaddock, un capitán de un barco de las Indias Orientales que, según Sloane, llevó semillas de pomelo a las Barbados, tal y como describió en 1707 en su obra Un viaje a las islas Madeira, Barbados, Nieves, S. Christopher y Jamaica: con la historia natural de las hierbas y árboles: “En Barbados los shaddocks superan a los de Jamaica en calidad. La semilla de este fue llevada a Barbados por primera vez por un tal Capitán Shaddock, comandante de un barco de las Indias Orientales que habría tocado aquella isla cuando iba de paso hacia Inglaterra y dejó la semilla allí”.

La existencia de dicho capitán no se pudo rastrear en los archivos del Almirantazgo británico, aunque se puede rastrear la historia y el nombre.

Derivados de la ortografía común hoy en día, tales como Pomelo, Pommelo, Pumelo y Pummelow empezaron a hacer acto de presencia a finales del siglo XIX, con su origen en los diarios de viaje del historiador naval británico James Thursfield, quien en 1817 escribe que: “Las frutas principales en Java son cocos, bananas, plátanos y shaddocks, lo que aquí llamamos pomelos”.

Llegamos por último al Proyecto federal de escritores de la Works Project Administration (WPA) en Florida, donde en 1939 encontramos la ortografía moderna de nuestra palabra: “Dichos híbridos como el tangelo, un cruce entre mandarina y pomelo o taronja”.

La etimología de la palabra “pomelo” tiene un origen incierto, lo más probable es que sea una alternativa al nombre holandés de la taronja, pompelmoes, que por otra parte se podría haber originado a partir del afrikaans pomelo (taronja).

Un dato interesante es que la fruta pomelo fue uno de los ingredientes de la Fruta prohibida, un licor de principios del siglo XX que también contiene miel y coñac. Pero aunque el pomelo parece tener una etimología un tanto confusa y agridulce, de ningún modo será una fruta prohibida en nuestras mesas.