03.07.2014

Palabra del día: Rayos X

En 1895 Röntgen publicó un artículo que llevaba por título “Sobre un nuevo tipo de rayos” en una revista médica alemana. Sin saber cómo llamarlos, los bautizó como rayos X, un nombre que se adoptó en inglés inmediatamente. Al año siguiente, el término apareció precisamente en una traducción de este artículo.

En Alemania se sugirió casi de inmediato que los rayos X se llamaran rayos Röntgen (en alemán, Röntgenstrahlen) en honor a su descubridor. Esta denominación también se empleó en inglés durante un tiempo pero cuanto más simple resulta pronunciar una palabra, mayor aceptación tiene, y esto fue lo que ocurrió con rayos X. Sin embargo, en Alemania todavía se utiliza el nombre de su descubridor.

Gracias a la generosidad de Röntgen, su descubrimiento se pudo utilizar de forma generalizada en el mundo de la medicina. Y es que rechazó registrar cualquier patente relacionada con su hallazgo argumentando que “los descubrimientos pertenecen al público general y no deberían estar reservados a empresas individuales mediante patentes y licencias”.

La idea de ver a través de los objetos (o visión de rayos X) surgió por primera vez en 1896, cuando un gracioso comentario en la revista médica St. Louis Courier of Medicine hizo referencia a la capacidad de un periodista de ver incluso a través de las puertas cerradas de un hospital. Posteriormente, se volvió a utilizar con este sentido en numerosas ocasiones.

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