16.08.2016

Sandalias

Sandalias – Palabra del día - EVS Translations
Sandalias – Palabra del día – EVS Translations

El verano invita a salir a la calle, tomar el sol, hacer actividades al aire libre, y por supuesto, ¡llevar sandalias! Se trata de un calzado abierto, ligero y práctico, pero lo que muchos no saben es que es mucho más que una moda veraniega.

Fundamentalmente, la belleza de la sandalia reside en la simplicidad de su diseño: básicamente consiste en una suela sujeta al empeine o al tobillo con correas o cintas; algunas veces, con una tira adicional entre el dedo gordo y el segundo dedo del pie. Por el contrario, el origen de la palabra no es tan simple como su diseño: el término proviene del latín sandalĭum, que a su vez deriva del griego sandálion, aunque se desconoce con exactitud su origen real. El par de sandalias más antiguo tiene al menos 10.000 años de antigüedad, lo que demuestra que ya eran un objeto necesario, esencial y común mucho antes de que empezasen a considerarse un complemento de moda para el verano.

Aparte de los griegos y los romanos, diversas culturas en todo el mundo han desarrollado su propia versión de sandalias: desde los habitantes prehistóricos de la cueva Fort Rock en Oregón (EE. UU.), la tradición india con las padukas de madera, hasta los coreanos y sus tradicionales jipsin de paja. No cabe decir que, si bien su uso no estaba muy extendido en Inglaterra en el momento en que la palabra se utilizó por primera vez en inglés en la obra John Wycliffe’s Bible (1382), se conocía lo que eran las sandalias.

El concepto se fue extendiendo con el tiempo, hasta el punto que unas sandalias bordadas en seda y piel pasaron a convertirse en complemento de la vestimenta del rey Enrique VII en la ceremonia de su coronación en 1485, tal y como describe William Jerdan en su obra Rutland Papers (1842). A finales del siglo XVIII, se usaba el término «sandalia» para prácticamente cualquier zapato bajo o zapatilla: Ann Radcliffe escribe en su obra The Mysteries of Udolpho (1794) que «Barnardine iba envuelta en una capa larga oscura, que únicamente dejaba al descubierto una especie de botín o sandalia atada a la pierna».

Así que, la próxima vez que se calce sandalias para disfrutar del verano, recuerde que, sean simples o sofisticadas, lleva puesto un calzado prehistórico.