31.03.2015

Coalición – Palabra del día

Edmund Burke es famoso por su dicho: «todo gobierno… se basa en el compromiso y el intercambio». De hecho, prácticamente todas las acciones de un gobierno democrático suponen algún tipo de compromiso: todas las facciones independientes reciben una porción del resultado que esperan, pero ninguna facción recibe todo lo que quiere. En conjunto, estas facciones unidas forman el término actual coalición.

En términos políticos, se cree que las coaliciones han existido desde los inicios de la democracia en el siglo VI A.C. en Atenas. No obstante, el propio término apareció en inglés a principios del siglo XVII. Originario del término francés de mediados del siglo XVI coalition, ambos términos provienen del latín tardío coalitus (hermandad).

Observando la palabra desde su relación con la política británica, más allá de los ejemplos relacionados, las coaliciones se suelen crear en épocas de necesidad o de transición política. Mientras que el Partido Conservador tiene un linaje intacto, los otros dos partidos principales en el gobierno, los Liberal Demócratas y los Laboristas, han logrado su estado actual debido a las uniones y a las coaliciones. Los Liberal Demócratas se formaron a partir del Partido Liberal y el Partido Social Demócrata en 1988 tras una coalición de larga duración. Y el Partido Laborista, aunque no se formó a partir de otros partidos, es el resultado del intento, en el cambio de siglo (del XIX al XX), realizado por el Trade Union Congress para ofrecer una mejor representación de los grupos obreros de izquierdas. Aparte de los partidos individuales, también hay ejemplos en los que todos los partidos principales se han unido para formar un gobierno en coalición unitaria nacional, aunque se han producido en tiempos de crisis, como durante las dos guerras mundiales o la Gran Depresión.

Inicialmente, el término se utilizó en 1605 para indicar una unión generalizada en el libro de Edward Philips Certaine Godly and Learned Sermons: «todos somos carne de su carne,…que no debe entenderse como encarnación… coalición y mezcla de su carne y la nuestra». Este término penetró en el ámbito político a través de las relaciones internacionales de A Collection of the State Papers of John Thurloe, donde, en 1653, Thurloe escribió que «los estados de Holanda han decidió una vez más, humildemente, solicitar la paz, pero no debe costarles dinero, ni pueblos, ni entrar en coalición, ni una guerra ofensiva». Cerca de su uso más común, el término se utilizó como parte de un ensayo en 1715, An essay towards a coalition of parties in Great Britain de Nathaniel Castleton. Aunque puede que en la actualidad estemos familiarizados con las coaliciones, veremos lo que pasa dentro de unos meses (tras las elecciones).