15.10.2015

¿Tu hermano o hermana y tú sois inseparables?

La palabra inglesa sibling, hermano o hermana en español, está formada por dos partes: la primera parte, “sib”, solía utilizarse como adjetivo para describir una relación de sangre y se puede encontrar en los primeros registros escritos, entre ellos Beowulf. También se utilizó como nombre a partir del siglo XIII y aparece en la novela histórica Harold, el último rey sajón. Es aquí donde Edward Bulwer-Lytton escribe: “Ella es hermana de Githa, esposa de Godwin” (1848). En la segunda parte de la palabra sibling encontramos el sufijo “ling”. Cuando un sufijo se une a un adjetivo significa que “una persona o cosa tiene la cualidad denotada por el adjetivo”. Así pues, si tomamos del inglés antiguo el adjetivo “déor”, que significaba “dear”, y añadimos “ling”, tendremos déorling o, como se dice en inglés actualmente, “darling”.

Y hablando de hermanos, entre algunos ejemplos famosos podríamos incluir a la glamourosa Joan Collins y su igualmente glamourosa hermana, que falleció la semana pasada, Jackie Collins. Los príncipes Guillermo y Enrique, por supuesto. David y Ed Milliband, por poner un poco de rivalidad entre hermanos. Si volvemos la vista atrás, tenemos a los hermanos Wright en el mundo de la aviación y, si nos centramos en el mundo de la literatura, a las hermanas Brönte.

Sin embargo, hay un par de hermanos del siglo XIX con una historia fantástica y curiosa de la que podríamos aprender algo sobre el amor entre hermanos y hermanas: nos referimos a los gemelos siameses Chang y Eng Bunker. Nacieron en el Reino de Siam en 1811, los hermanos nacieron unidos por el esternón con hígados fusionados. Llegaron a ser tan famosos que los futuros pares de hermanos gemelos unidos se conocerían como “gemelos siameses”. Un comerciante escocés, que vio el potencial de exhibirlos como parte de una gira mundial, se los llevó a los EE. UU. y nunca volvieron a su país. Tras explotar su peculiar situación ante el público, se compraron su propia plantación, coordinaron la compleja tarea de casarse y tener hijos y vivir una vida normal, por muy extraño que parezca.

El hecho de ser literalmente inseparables desde el momento de venir al mundo debió haber sido profundamente reconfortante para Chang y Eng, puesto que de niños nunca tuvieron miedo a la oscuridad y de adultos tuvieron la oportunidad de descubrir el mundo juntos. Eran unos hermanos que dependían el uno del otro, no sólo físicamente, sino también emocionalmente. Tras vivir la vida juntos, Chang murió la noche del 17 de enero de 1874 y Eng se reunió con él unas tres horas más tarde. Hoy en día se podría haber separado quirúrgicamente a Eng de Chang, pero ¿hubiera sido lo que él quería?

En 1883, The Encyclopædia Britannica (XVI. 765/2) contenía una entrada para “monstruos dobles” que decía: “De la forma más inteligible de monstruosidad, como los gemelos siameses, hay grados de todo tipo de fusiones fantásticas formadas a partir de dos individuos”. Puede que hubiera gente que creyera que Chang y Eng eran unos monstruos, pero quizás los hermanos sintieran lástima por aquellos que nunca tuvieron un hermano a su lado.