18.03.2014

Palabra del día: Manicura

La palabra manicura proviene de dos fuentes insólitas.

Irónicamente, los términos manicura (y pedicura) aparecieron por primera vez en la lengua inglesa en 1877, concretamente en el periódico para mineros McKean County Miner y describían una profesión: “I am not a manicure—pedicure is my only trade” (no soy manicuro, sólo trabajo como pedicuro).

Lo que resulta aún más extraño es que Theophilus Finck, un crítico musical de origen estadounidense que escribió libros sobre Chopin, Paderewski, Grieg y Massenet y fue el mayor defensor de Wagner en los Estado Unidos, continuara con el uso de este término. Contribuyó a la historia de las palabras en su primer libro, Romantic Love and Personal Beauty (Amor romántico y belleza personal), una especie de análisis académico publicado en Nueva York en 1887. En él se recogen célebres citas como “¿No es un beso sino el mismísimo autógrafo del amor?” o “Todos hemos nacido para amar; ¡es el principio de la existencia y su único fin!”. Aunque también incluye el comentario “There are not nearly as many secrets in manicure as people imagine” (la manicura no encierra ni de lejos tantos secretos como la gente imagina), el primer ejemplo del uso de esta palabra como sustantivo en un medio impreso.

El término pasó a ser de uso general casi inmediatamente, hecho que queda demostrado puesto que muy poco después aparecía un anuncio de un “Combination Toilet and Manicure Case” (estuche combinado de manicura y aseo) en el catálogo de venta por correo de 1895 de la empresa Montgomery Ward (más información).

Hoy en día el negocio de la manicura, citado por primera vez en un periódico dirigido a mineros, es una importante actividad económica. Según la revista especializada Nails Mag, en 2012 este negocio generó en torno a 7.500 millones de dólares sólo en los Estados Unidos, donde podemos encontrar diferentes niveles de profesionalidad. En Connecticut, por ejemplo, no se requiere un tiempo mínimo de formación para poder ejercer como manicuro, mientras que en Alabama se exigen 750 horas para obtener la licencia. Al parecer, Finck no entendió muy bien que la manicura esconde más secretos de los que la gente imagina.

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