04.03.2014

Palabra del día: Viruela

La viruela ya es historia, pero en su día fue una enfermedad muy grave que durante siglos se cobró millones de vidas. Lo que la hacía tan letal era su altísima tasa de contagio, que rondaba el 20 %. En el siglo XVIII fallecían al año unos 400.000 europeos a causa de esta enfermedad. Calculando por lo bajo, en el siglo XX habrían fallecido unos 300 millones de personas a consecuencia de la viruela, entre ellos la reina Mary de Inglaterra, Luis XV de Francia y Pocahontas. Por su parte, Stalin, la reina Isabel de Inglaterra y Maxim Gorky, sobrevivieron a la enfermedad. Ahora bien, se trata de una enfermedad infecciosa ya erradicada. La Organización Mundial de la Salud fue la encargada de dar la buena noticia en 1979.

La primera referencia que se tiene de la viruela en lengua inglesa es de la mano de William Bullein, un médico de la Inglaterra del siglo XVI que registró varias de las enfermedades y epidemias que afectaron a Londres (la peste, la pleuritis y la viruela) e intentó buscar una cura. También acuñó en inglés palabras como relaxing (relajante), gurgle (borboteo) y artificial (artificial).

Sería otro inglés, Edward Jenner, quien inventaría una vacuna para la viruela. Jenner, quien en ningún caso sería el primero en encontrar un modo de prevenir la viruela, se sirvió de un dato importante y es que las lecheras normalmente no cogían la enfermedad. Inoculó la viruela bovina a un niño de ocho años, consiguiendo con ello que se volviera inmune a la viruela. La única recompensa que James Phipps recibió a cambio fue una casa de campo por la que no debía pagar renta alguna y que más tarde se convertiría en un museo dedicado a Jenner. Por su parte, a Alexander Markov, el niño que donó la linfa que se inocularía a la Corte rusa, entre cuyos miembros se encontraba Catalina la Grande, quien sobrevivió a la viruela, le aguardó un futuro mucho más prometedor: le otorgaron la nobleza hereditaria.

Así es, Jenner descubrió aquello que Bullein soñaba con descubrir. Algunos afirman que su labor salvó más vidas que cualquier otra persona que jamás haya existido.

Si le ha gustado la entrada, haga clic sobre “Me gusta” o “Compartir” en Facebook o en cualquiera de nuestras redes sociales.